Un zurdazo ajustado a la base del poste estableció en tierras ilicitanas una inmensa sonrisa en el rostro de uno de los refuerzos del CD UMA Antequera. Un gol viene acompañado de una inyección de confianza para no hacer dudar a un jugador en la aplicación de todas sus facultades. Dani Aguilera abrió el marcador de la primera victoria a domicilio y, junto a su estreno goleador, adquirió el alto rendimiento de las clases universitarias en la pista. Manuel Luiggi Carrasco “Moli” supo introducir a su nuevo pupilo en las distintas lecciones tácticas, sin exigirle una pronta respuesta, hasta que comprobó que su nivel individual le haría hallar un rol importante en el grupo. La forma de entender el fútbol sala del entrenador malagueño potencia el talento de los más jóvenes en una competición tan exigente como la Segunda División de la Liga Nacional de Fútbol Sala.

El ala-pívot natural de Algarinejo (Granada) se incorporó al club con la vitola de jugador con características necesarias en una plantilla: técnica, desequilibrio y pegada. Su aportación en los primeros encuentros oficiales del curso fue progresiva hasta que alcanzó un punto de inflexión en la quinta jornada de Liga. Mucho más adaptado a los sistemas de juego, aportó un gol, trasladó intensidad a la primera línea de presión y exhibió el dominio de la finta a la hora de encarar a un defensor contrario. El Pabellón Esperanza Lag quedará como el escenario en el que el 14 verde apuntaló un proyecto deportivo que aún necesita recorrer mucho camino antes de mostrar su máxima competitividad.

“Llevamos varios meses entrenando para plasmar un buen juego en la pista. Las semanas anteriores al partido en Elche jugamos bien, pero los resultados y la suerte no estuvieron de cara. El pasado viernes se pudo ver un UMA Antequera muy reconocible en la segunda parte y tuvimos en la primera la pizca de fortuna necesaria junto a un gran trabajo de Conejo para conseguir los tres puntos”. Dani Aguilera, al margen de comentar la importancia de ganar en la cancha de un rival con aspiraciones similares, manifiesta su felicidad al contribuir en la mejora de los resultados lejos del Argüelles. “Muy contento de meter mi primer gol en Segunda y también de poder ayudar con este tanto a abrir el marcador”.

Cualquier profesional espera comenzar una nueva etapa con buenas sensaciones y alejado de contratiempos. El nuevo miembro de la escuadra antequerana marcó una diana de bella factura en el debut de la pretemporada ante el Real Betis FS, pero a partir de ahí sufrió problemas musculares que mermaron sus opciones de entrenar al mismo ritmo que sus compañeros. “La adaptación fue muy buena en el primer mes y físicamente me encontraba muy bien, pero con el paso de los entrenamientos tuve un pequeño dolor en el pubis, no paré y se extendió al abductor. La cosa se complicó. Hablando con el fisioterapeuta decidimos no parar e ir poco a poco. Llevo dos semanas encontrándome mejor y con menos molestias. Espero seguir mejorando”, apunta.

Superado el obstáculo de las dificultades físicas, Dani Aguilera amplía el arsenal universitario en la víspera de dos jornadas consecutivas en la Ciudad de los Dólmenes. El primer escollo será el Tenerife Iberia Toscal (sábado 21 – 17.00 horas). “Un partido clave donde si pierdes estás abajo y si ganas estás arriba. No sacar los tres puntos en casa no hacen buenos los conseguidos en Elche. Ganando ahora dos partidos en el Argüelles y, si pudiéramos rascar algo fuera, estaremos arriba en el inicio de Liga, que es donde queremos estar”. Asimismo, el granadino añade que los fallos ante la afición deben ser mínimos. “En casa debemos ser un fortín no solo en estos dos encuentros, sino que a lo largo de la temporada no se pueden escapar muchos puntos”.