Alvarito aporta el equilibro necesario en un plantel competitivo
El cierre madrileño, desde su llegada en el mercado invernal del curso 2018/2019, asume una carga elevada de minutos sin perder la regularidad en su rendimiento
El CD UMA Antequera ya ha activado
todos los esfuerzos para definir los pilares sobre los que va a ir sustentando
una plantilla competitiva en 2ª División. A la continuidad confirmada de
Burrito, se le suma la de Álvaro Quevedo Cuello de Oro. Un jugador que tiene ya
interiorizado el ADN del equipo y transmite, en la pista, los valores
aprendidos con el paso de los años. Su fortaleza física e incansable esfuerzo
le permiten asumir un rol protagonista con y sin balón y, en ello, mucho tiene
que ver el cambio de jugar de ala a hacerlo como cierre.
Alvarito, a nivel
defensivo, ha ganado en intensidad y contundencia en el marcaje del pívot
referencia del conjunto rival sabiendo elegir cuándo anticiparte y robar la
pelota o si es mejor aguantar y evitar que se pueda girar y generar un espacio
para el disparo a puerta. Esa labor menos vistosa, pero muy efectiva, el 7 la
completa con su velocidad y habilidad en la transición defensa-ataque con la
que ha podido marcar goles. En el último campeonato liguero ha sido capaz de
firmar un total de seis dianas y lo ha jugado absolutamente todo a excepción de
la última jornada y la primera eliminatoria del play-off al encontrarse en fase
de recuperación de un golpe en la rodilla.
José Antonio Borrego
“Tete” y el cuerpo técnico saben lo que puede aportar el cierre madrileño y de
su importancia a la hora de trasmitir la seguridad de que va a ser muy difícil
superarle en la cancha. Además, de lo anteriormente destacado, es el encargado
de marcar y ejecutar las acciones de estrategia fijadas en acciones a balón
parado de banda o de córner y participa en el ataque de cinco con
portero-jugador y en la defensa de esta variante del juego. El madrileño de 27
años, natural del municipio de Meco, sigue ampliando su legado en el club. Jugó
la mitad del curso 2018/2019 al incorporarse en invierno y, luego, ha
completado cinco consecutivos y va a por el sexto.