Cobarro asume la tarea del gol
Las estadísticas del ala-pívot de Cieza (Murcia), desde su incorporación en la campaña 2020/2021, avalan su rol de máximo artillero de la escuadra de José Antonio Borrego “Tete”
El gol marca la diferencia. Puede dictaminar un mejor o peor
resultado. Alojar el balón en el fondo de la red, en definitiva, garantiza una
mayor recompensa que el hecho de no hacerlo. En el BeSoccer CD UMA Antequera,
Fernando Cobarro Giménez asume esa a la
perfección. Es más que un ‘killer’. Se comporta como un líder en la pista y,
por ello, ostenta la responsabilidad de ser uno de los capitanes. Sus tantos
inauguran el marcador de un partido, desatascan los duelos más igualados y se transforman
en puntos importantes para pelear por objetivos ilusionantes. La continuidad,
una temporada más, del jugador murciano es garantía de éxito.
La escuadra
comandada por Tete está diseñada para que sus guerreros desempeñen distintos
roles que sirvan para decidir las batallas más duras. Hace varias campañas, en
la 2020/2021 en concreto, un gladiador de Cieza decidió enfundarse la armadura
verde y, desde entonces, no deja de superar sus registros al mismo tiempo que
contribuye a lograr gestas de la envergadura de una Copa del Rey o un ascenso a
la 1ª División que sirvió para recuperar la plaza perdida. El salto de
categoría se convierte, de nuevo, en el mayor de los anhelos a pesar de la
complejidad que supone abordarlo.
Cobarro
conserva el desasosiego de no haber puesto el broche de oro a la última
competición liguera en la élite nacional. “Ha sido una temporada dura.
Empezamos muy bien, pero no conseguimos el objetivo y por eso la defino así”. El
12 verde fue uno de los más determinantes sobre el 40x20, pero no se pudo
evitar un desenlace cruel. “Me he sentido muy bien jugando, pero al no cumplir
el reto de la permanencia, siento que he fallado por no haber podido ayudar al
club a lograrlo”. Lo fundamental, como bien indica el goleador de esta
formación, es tener ambición y buscar superar lo hecho con anterioridad. “He
madurado como jugador, he dado un plus más y estoy feliz por ello. Quiero
seguir creciendo y mejorando”.
En su carta
de presentación, el ala-pívot natural de Cieza anotó 13 dianas en Primera
División, luego elevó la cifra hasta las 37 en Segunda y, el pasado curso en el
primer escalón competitivo más alto, firmó un total de 18 en 26 envites. Queda
ver los tantos que será capaz de marcar en su cuarto curso en el conjunto
universitario. “Puedo aportar más experiencia, solidez y saber jugar los
momentos determinantes del partido y ayudar a los compañeros a dar más”. El
alto rendimiento de este jugador y su rápida adaptación a la filosofía del
club, se convirtieron en argumentos suficientes para ser uno de los capitanes. “Me
siento con responsabilidad. Se esperan cosas de mí y tengo que dar ese paso
importante y demostrarlo”.
Descender no
resta exigencia al reto de permanecer en la parte alta de la clasificación como
indica el 12 del elenco antequerano. “La Segunda División es más complicada de
lo que la gente se piensa. Vas a campos donde la gente aprieta mucho y no es
fácil sacar los puntos. Por ejemplo, de mi etapa en el filial de ElPozo
recuerdo un viaje a Melilla y jugar allí fue difícil porque pelean mucho por lo
suyo”. Por último, este miembro de la formación de Tete rinde en la cancha y
también lo hace fuera para sacar adelante su grado de Historia en la UMA. “Al
estar el equipo en 1ª División, se exigía más responsabilidad y, en ciertos
momentos, ha sido difícil compaginarlo con mis estudios. El segundo
cuatrimestre que, coincidió con el tramo final, se hizo más para mí, pero he
conseguido salvarlo”.