Conejo, el guardián más fiable y seguro
Nueve temporadas, siete de ellas de forma consecutiva, lleva la meta universitaria en las mejores manos y, en el nuevo curso, comparte la labor de protección con Mario Almagro
La portería es una de las demarcaciones más
importantes en fútbol sala. El encargado de defenderla interviene mucho a lo
largo de un partido. Su inspiración, aciertos o errores propician un mejor o
peor resultado y, por consiguiente, la posibilidad de aspirar o no a objetivos
más altos. En el BeSoccer CD UMA Antequera están tranquilos, seguros y felices
de poder contar con Juan Antonio Conejo Bernal otra temporada más y ya van
muchas colocando un cerrojo inamovible bajo palos. Sus paradas se transforman
en puntos. El aficionado se asombra de lo rápido que reacciona para sacar una
mano o un pie salvador y el compañero se siente más confiado y protegido en la
labor defensiva al ver que detrás todo está bajo control. José Antonio Borrego
“Tete”, en su nuevo plantel, cuenta con una pareja de guardametas muy potente. Mantiene
la excelencia del jugador Coín y añade la envergadura, fortaleza física y
colocación de Mario Almagro.
Conejo (03/08/1990) destaca por su agilidad y
reflejos. Es un felino que siempre está atento para atrapar la pelota. Durante
los últimos años ha trabajado mucho su juego con los pies para convertirse en
una solución fiable a la hora de salir de presión o como un recurso ofensivo en
busca de generar superioridad en campo rival. Conservar un nivel de rendimiento
tan alto no es tarea fácil, lo que demuestra su enorme profesionalidad a la
hora de entrenar, mejorar y corregir fallos y su compromiso firme con la
formación verde. Ha sido fundamental en todos los éxitos recientes y aspira a
seguir siéndolo en el próximo campeonato liguero en Segunda División que tocará
afrontarlo con la mayor ambición posible y, desde el principio, luchar por
ocupar uno de los puestos altos en la clasificación. La renovación del dorsal
16 de la escuadra verde, además, completa el cuarteto de capitanes junto a Miguel, Óscar y Cobarro.
El conjunto antequerano consigue mantener otra de sus piezas más valiosas y
competitivas, por lo que a Tete se le está quedando un grupo con miembros que
atesoran multitud de recursos que va a poder exprimir sobre el 40x20. “Muy
contento por la renovación. Quiero aportar mucho en este equipo y, sobre todo,
conseguir el objetivo de entrar en el play-off y subir a Primera para dejarlo
en el lugar que se merece”. Conejo, asimismo, repasa un nuevo periplo por la
élite. “Ha sido una temporada bonita e ilusionante. Hemos conseguido muchas
cosas, pero nos marchamos con el sabor amargo de no quedarnos en la máxima
categoría. El camino ha sido muy largo y no se pudo dar lo que todos queríamos.
Hay que pensar que tenemos una nueva temporada para intentar volver”.
Ni la relajación ni el saberse importante han mermado la aportación de
Conejo durante muchos años. Es cierto que, tener una competencia interna y sana
como la que mantuvo con Chispi, le ha hecho mejor portero. En la 2022/2023, en
1ª División, jugó 19 encuentros de Liga y marcó un gol, participó en dos
eliminatorias de la Copa del Rey y en la Supercopa y Copa de España. “Venía de
una lesión en Segunda que me tuvo fastidiado durante mucho tiempo y, poco a
poco, me encontré mejor. La pasada campaña tuve competencia y he jugado menos.
Nunca lo había vivido antes aquí y, como dice el entrenador, tenemos que estar
a disposición del equipo siempre que haga falta. Espero y deseo seguir
transmitiéndole confianza al míster para que cuente conmigo”. Ahora, el desafío
del cancerbero natural de Coín es complementarse con Mario Almagro y formar una
de las mejores duplas de la categoría de plata. “Viene un muy buen portero y
solo tenemos que competir para ayudar al equipo. Cuantos más compañeros haya y
gente buena que se sume, más difícil se lo ponemos al técnico”, matiza.
Mucha culpa de la grandeza adquirida por la entidad, al margen del excelente
trabajo realizado en todas las áreas, es la apuesta que hacen jugadores como
Miguel, Óscar o Conejo de permanecer en el club en los momentos de alegrías
como vivir un ascenso o ganar un título y en los menos agradables como un
descenso que obliga a recuperar con mucho esfuerzo lo perdido. “Esto es mi
casa, mi familia y todo para mí. Le debo mucho a este club y la primera opción
era quedarme aquí. Solo pienso en continuar todos los años que pueda,
mantenerme en forma y mostrarle al entrenador que puede contar conmigo. El día
a día me da mucho, la manera de vivir el fútbol sala y eso me gusta, me
apasiona y es lo que quiero seguir haciendo”. El último mensaje del meta
coineño es claro. “El objetivo del equipo debe ser luchar por ascender y, el
mío personal, estar bien física y mentalmente para aportar todo lo que haga
falta y mantener el nivel que he demostrado estos años”.