Óscar, la esencia de un equipo luchador
El segundo capitán de la formación verde mantiene su fidelidad, reafirma su compromiso y se prepara para seguir aportando en todas las facetas del juego
El deporte, como la vida misma, se constituye de experiencias. En
el BeSoccer CD UMA Antequera, por suerte, se han disfrutado de hazañas únicas e
irrepetibles durante los últimos años y
quedarán en el recuerdo por ejemplo, la Copa del Rey y cuatro ascensos
prácticamente consecutivos. El paso del tiempo será el mejor aliado para dar
más valor a lo conseguido. Los buenos momentos no son eternos y, quizás,
llegarán otros más complejos en los que se exija un paso al frente y una
reacción para superarlos. En este club, si algo no cambia, es que su esencia se
mantiene intacta y la representan jugadores como Óscar Muñoz Becerra, un
jugador de lo más sacrificado. Cumple en todas las facetas. Ataca y defiende.
Genera juego y lo destruye. Su talento y, en especial, su lectura de lo que
sucede en la pista lo hacen fijo para José Antonio Borrego “Tete”.
Óscar Muñoz,
como ocurre con Miguel Conde, es uno de los capitanes y hombre de confianza del
entrenador, porque se lo ha ganado con su rendimiento. Un jugador que parte de
la posición de ala y abarca toda la pista. Un trabajador incansable que, sin
hacer demasiado ruido, aporta lo que el plantel necesita en cada partido para
lograr un resultado favorable. En algunas de las 11 campañas vistiendo la
elástica verde ha sido más goleador, en otras menos, pero acumula muchos
minutos de alto nivel. En la 2021/2022 fue decisivo en la consecución de la
Copa del Rey en Jaén y en las dos eliminatorias del play-off de ascenso con
Alzira y Benavente. En su cuarta etapa en Primera División, en la 2022/2023 que
ya ha finalizado, ha arrastrado más inconvenientes físicos que le han impedido
mostrarse como la esencia de este
plantel. 26 choques ligueros completados de un total de 30 con una aportación
de dos tantos.
Echando una
mirada atrás, el último campeonato liguero reafirmó el paso adelante como club
en una máxima categoría de las más duras en la que hubo muchos implicados hasta
las jornadas finales por eludir un descenso que, por tercera vez, no se puedo
evitar. “Ha sido una temporada muy dura. Merecido descanso ahora, a desconectar
un poco y a volver el mes de agosto con más fuerza”. El jugador malagueño,
asimismo, valora su rendimiento como uno de los pesos pesados del vestuario que
siempre se lo deja todo en el 40x20 y nunca escatima en esfuerzos. “He tenido
muchos altibajos, pero intenté ayudar al equipo en todo lo que pude. Es
complicado encontrar un equilibrio y en eso se esfuerza uno para poder aportar
al grupo”.
Las lesiones
dejaron, en algunos envites, tanto a Miguel como Óscar fuera de las
convocatorias del entrenador y ambos se alternaron el brazalete. En especial, el
segundo pudo portarlo y coger el testigo de líder que tan bien lo demuestra
siempre el primero, su amigo, compañero y confidente. “Me siento con más
responsabilidad y con ganas de seguir aprendiendo, pero también ayudar a los
que vienen a transmitir la experiencia que uno ha adquirido. En ciertos
momentos debo tomar el mando”. Tantos años, vivencias, buenos y duros momentos
en las temporadas, han hecho que el 5 y el 21, ambos de Cuevas del Becerro,
hayan sido protagonistas de éxitos deportivos inimaginables cuando Manuel
Luiggi Carrasco “Moli” los llamó, muy jóvenes, para probar en el equipo y ambos
se quedaron dada su enorme calidad. “Llevamos mucho tiempo de la mano y espero
que sea más. Nuestra relación es maravillosa. Es como la de dos hermanos. Fuera
de la cancha compartimos cosas, hemos vividos juntos y somos del mismo pueblo”.
Las
experiencias adquiridas con anterioridad marcan y, por otro lado, ayudan a
mejorar el rendimiento en caso de encarar situaciones similares en el próximo
curso. Óscar ha querido quedarse con esto del reciento paso por la élite
nacional. “Me quedo con el partido en Manzanares y Levante. En el momento que
el equipo iba perdiendo de dos o tres goles, supo sacar fuerzas de dónde no las
hay. Es una cosa característica aquí, la de no bajar los brazos. La Segunda es
complicada y nos vamos a encontrar situaciones como estas que vivimos en esos
dos encuentros y es fundamental nunca darse por vencido”. El ala diestro,
además, admite que el equipo sabe a lo que se enfrenta. Y por último, Óscar
remarca el objetivo. “Tenemos que estar lo más arriba posible, sabemos que es
difícil y hay que ir a por todas. En esta categoría ya contamos con mucha
experiencia y, en los últimos años que hemos estado en ella, hemos sido de los
conjuntos importantes. Al venir de Primera, estamos haciendo un equipo para
luchar por el ascenso”.